Sunday, 5 May 2013

Editorial: Pemex y Repsol: los costos de la opacidad

La aventura corporativa de Petróleos Mexicanos (Pemex) en la empresa española Repsol –el incremento en 5 por ciento de la participación accionaria de la paraestatal en la compañía ibérica, concretado a mediados de 2011 por la administración calderonista, valuado en más de 20 mil millones de pesos– ha resultado, según la información disponible, un fracaso rotundo: a más de 20 meses de dicha operación, el valor de los activos adquiridos se ha desplomado en más de 10 mil millones de pesos –la mitad del costo total de la compra accionaria–; adicionalmente, la perspectiva de que Pemex tuviera un mayor peso e influencia en el gobierno corporativo de Repsol quedó sepultada a consecuencia de choques internos entre capitanes de esta última empresa, y los activos accionarios de la trasnacional en manos de Pemex –presentados por su anterior director general, Juan José Suárez Coppel, y por medios y opinadores afines como un vehículo para la internacionalización de la paraestatal– han sido colocados por el actual gobierno como “disponibles para su venta”