Saturday, 4 May 2013

Alimentos para la longevidad

“Eres lo que comes”: Cicerón
Mi querido viejo: la sentencia “eres lo que comes”, atribuida a Cicerón y a muchos sabios más, y repetida aun en libros con ese título, habla de una verdad absoluta: nuestro cuerpo sólo puede funcionar con lo que lo alimentamos: si lo alimentamos con “chatarra”, se convertirá en chatarra; si lo alimentamos en exceso, el cuerpo se inflará en exceso; si no lo alimentamos, el cuerpo adelgazará y morirá, y si lo alimentamos sanamente, nuestro cuerpo funcionará sanamente, así de simple.
Y te digo esto porque con motivo del interés generalizado en la sociedad de combatir los trastornos de la conducta alimentaria, que son la obesidad y la extrema delgadez, consecuencia de la anorexia, se habla mucho de técnicas y métodos, de cápsulas, pastillas, brebajes, emplastos, tisanas, etc., para lograr la salud alimentaria, y eso no se logra con métodos mágicos, sino entendiendo bien qué es la alimentación sana y qué debemos hacer al respecto.
Y en nuestros años viejos el cuidado de la alimentación es fundamental, porque lamentablemente muchos de nuestros queridos viejos se deterioran rápidamente ¡por desnutrición! Sí, por falta de una alimentación sana y balanceada, y eso no debe ser.
Cuida tu dentadura y arréglala si es preciso, y come bien, con calma, come sabrosamente, no tienes por qué comer al ritmo de los demás, no hay prisa, saborea cada bocado, es un placer porque no hay prisa.
Pero además, como lo han dicho algunos expertos, puedes escoger, junto con tu comida habitual, algunos que se han llamado “alimentos para la longevidad”, ¿por qué? Porque contienen sustancias antioxidantes que hacen que nuestras células se mantengan sanas porque contienen licopenos —sustancias antioxidantes que dan el color rojo a algunas frutas—, porque contienen ácido fólico, esencial para la vida, porque contienen omega 3, que protege nuestras arterias y mejora la circulación; no hay magia ni brujería en estos productos, son buenos para tu salud y bienestar.
¿Cuáles son esos productos?: el tomate, el aceite de oliva, las uvas rojas, el ajo, las espinacas, los granos enteros, el salmón y las nueces, y ya desde ahora puedes imaginar una sabrosa ensalada con lechuga, tomate, espinacas, granos enteros y nueces, aderezada con aceite de oliva, o puedes imaginar un buen trozo de salmón con una salsa bearnesa, o una crema de queso, verduras y ejotes, o una ensalada de endivias con queso azul o queso camembert y aceite de oliva.
Mi querido viejo, tienes el derecho de disfrutar la comida tanto o más que cuando comías a toda prisa, y si esos alimentos están en tu dieta, mucho mejor. Comer es un placer, el único que podemos tener tres veces al día. ¡A disfrutarlo! ¿Y el vino? Otro día hablaré de las maravillas del vino.
Médico y escritor